Los sensores de aparcamiento, son accesorios que se pueden instalar en un vehículo, si este no cuenta con ellos de serie, tienen como misión facilitar el estacionamiento mediante la detección de cualquier obstáculo, evitando así golpear nuestro vehículo con otro carro o con cualquier obstáculo como árboles, postes e inclúso evitar el atropellamiento de las personas que vayan pasando por detrás sin darnos cuenta, es un accesorio que en muchos aspectos es una gran ventaja tenerlo.
Los espejos son los aliados fundamentales a la hora de estacionarse, pero no logran darnos una visión completa, por lo cual existen los ángulos muertos, que en la mayoría de los casos, son los que causan los golpes al estacionar, por lo cual, los sensores minimizan ese riesgo.
Estos sensores cuentan con una señal acústica, cuyo sonido va incrementando al ir acercándonos al obstáculo permitiendo así, estacionarnos con mayor precaución, mirando hacia los espejos y recibiendo la ayuda adicional de la intensidad y frecuencia del “pitido” para facilitarnos la maniobra.
El radio de acción de los sensores varia de 130º a 160º, logrando ampliar enormemente los ángulos de visión que nos dan los espejos retrovisores de nuestros vehiculos.
Otra gran ventaja es que estos sensores están diseñados para pasar prácticamente desapercibidos, en la mayor parte de la ocasiones, permiten ser pintados con la misma pintura del vehiculo en que se van a instalar, lo que permite unos acabados totalmente profesionales.
Los sensores no tienen ninguna desventaja, todo lo contrario; son muy recomendables sobre todo para salvar vidas de las personas que se puedan cruzar por atrás sin darnos cuenta; además que podrás tener en tu vehiculo un artículo que sin duda lo subirá de categoría y de precio si quisieras venderlo más adelante. Un producto que una vez que lo tengas, no podrás vivir sin él.