Mitsubishi Electric acaba de presentar el que podría ser el aspecto interior de tu futuro coche. Partiendo de la plataforma Android propiedad de Google, Mitsubishi ha rediseñado el salpicadero de un Cadillac para eliminar cualquier mando y pantalla tradicional. Apostando por una capacidad de personalización casi infinita, este sistema cuenta con resolución en alta definición y promete ser el primer paso de un futuro donde los entornos ofrezcan servicios idénticos a cualquier escritorio de smartphone.
El primer punto donde Mitsubishi Electric ha centrado sus esfuerzos lo encontramos en la integración de una pantalla de 12,3 pulgadas y 1920×720 píxeles para hacer las veces de cuadro de instrumentos, una pantalla de 12,1 pulgadas y 1280×800 píxeles en la consola central y un nuevo sistema HUD a color con resolución de 480×240 píxeles. Como se puede observar, la capacidad para mostrar información simultánea es muy alta, dejando en un único procesador de Texas Instruments el control de toda la interfaz.
Como se puede intuir, los mandos que comúnmente se instalan en la consola central pasan ahora a ser accesibles desde la pantalla de alta resolución integrada en el salpicadero. La interfaz permite personalizar los temas, al igual que la disposición de los mandos, pero todos los controles pasan ahora a ser táctiles y permiten la gestión simultánea de diferentes apartados como navegación, reproducción multimedia, acceso a internet, manos libres, etc.
Con la llegada al mercado de los paneles de instrumentación digital como es el caso del Virtual Cockpit del Audi TT, las interfaces adquieren nuevas funciones y, sobre todo, permiten adaptarse a las exigencias del conductor de mejor forma. Aunque en el caso de Audi se ha apostado por centrarse en exclusiva en el conductor, Mitsubishi integra hasta tres fuentes de información (consola central, cuadro de instrumentos y HUD) para ofrecer a conductor y pasajeros múltiples posibilidades en tanto a infoentretenimiento, partiendo además del sistema operativo Android con lo que ello implica a la hora de implantar aplicaciones, posibilidades de personalización o actualizaciones.