Según datos de la DGT, el 30% de los accidentes en carretera están originados por una disminución de la atención del conductor. En este sentido, el uso del móvil al volante es una de las principales causas de distracción.

Francia es uno de los países donde más se está actuando contra el uso del móvil al volante. Una reciente encuesta reveló que nueve de cada 10 conductores franceses admitieron usar su teléfono para hacer llamadas mientras conducían. Éste es solo uno de los motivos que ha llevado a un tribunal francés a dictaminar que es ilegal que los conductores usen teléfonos móviles en sus automóviles, aunque el vehículo esté detenido o tenga las luces de emergencia encendidas.

De hecho, los conductores podrán ser castigados por usar un teléfono móvil siempre que el coche no está estacionado en un área destinada para ello. Ello quiere decir que si un conductor para en doble fila para realizar una consulta con su smartphone, también podrá ser multado por el uso del teléfono, además de por entorpecer la circulación.
La multa por usar el smartphone en el coche (aunque esté parado) asciende a 135 euros y una posible pérdida de tres puntos del carné durante. Esta es la misma pena impuesta a los conductores que usan el móvil mientras están conduciendo en Francia.

La infracción que creó jurisprudencia
La decisión se tomó después de que un conductor apelara una multa que recibió en 2017 que lo castigaba por usar un teléfono mientras estaba estacionado en una rotonda con sus luces de emergencia encendidas. La nueva regla solo se aplica al uso de un teléfono que el conductor tenga en la mano, es decir, los sistemas de manos libres no están sujetos a la nueva norma.