¿Por qué conducir cuando puedes montar en simulador virtual? Esto es lo que han pensado Intel y Warner Bros, y suponemos que nadie más, porque ¿a qué viene ese empeño por convertir la conducción en algo que no es conducir? Sí, la tecnología autónoma nos alejará del volante, de los pedales, de las sensaciones, pero este proyecto quizá vaya un paso demasiado optimista por delante.
La idea es conseguir que te creas que vas en el Batmóvil por Gotham City o que puedas consumir sin fin contenidos audiovisuales. Así las cosas, se ha anunciado la asociación de Intel y Warner Bros para desarrollar experiencias inmersivas en cabina en automóviles autónomos del futuro. La cuidada imagen que ves arriba es el futuro que nos tienen preparado.
Primero la seguridad, luego el entretenimiento (o lo que sea esto)
Una vez que los coches autónomos hayan conquistado las carreteras, el próximo paso es tener a los pasajeros entretenidos y consumiendo. Han bautizado a este cometido ‘AV Entertainment Experience’: «No solo vemos a los pasajeros consumiendo contenido que va desde películas y programas de televisión, imaginamos que los pasajeros disfrutan de experiencias inmersivas nunca antes vistas, cortesía de las innovaciones en realidad virtual (VR) en cabina y de realidad aumentada (AR)», relata el comunicado.
Lo que quieren conseguir es, literalmente, que si eres un fan de Batman, puedas experimentar que vas con el Batmóvil por las conflictivas calles de Gotham City: «Las capacidades de AR hacen que el automóvil sea una lente literal para el mundo exterior, permitiendo a los pasajeros ver publicidad y otras experiencias de descubrimiento», dice Intel. Ahí lo tenemos, publicidad.
El gigante tecnológico cerró a principios de año un acuerdo con Mobileye, una empresa israelí de sistemas de conducción semi-autónoma asociada (en parte) con Tesla, por la que pagó 15.300 millones de dólares. En agosto, inició los planes para construir una flota de 100 vehículos de prueba autónomos, de distintas marcas y tipos «para demostrar la naturaleza agnóstica de la tecnología».
Ambas empresas han propuesto además un modelo matemático formal llamado ‘Seguridad Sensible a la Responsabilidad’ para garantizar, desde una perspectiva de planificación y toma de decisiones, que el sistema de vehículo autónomo no emita un comando que conduzca a un accidente.
Por lo tanto, vemos que Intel quiere abarcar desde el aspecto de seguridad (cerebro del microprocesador de Intel, ojos Mobileye) hasta el entretenimiento más delirante, y está colaborando con la industria y los legisladores sobre cómo se mide e interpreta el desempeño de seguridad para los vehículos autónomos.
Pero antes de convertir los cristales de los coches autónomos en pantallas de realidad aumentada, se ha de depurar la legislación, las infraestructuras, los conflictos éticos y sobre todo, la seguridad. No queremos tener que ver a Bruce Wayne llamando a la grúa después de un batacazo.